Jueves 20 de septiembre.
Ayer se reunión por segunda vez la Comisión de Auxiliares Docentes conformada la semana pasada.
En primer lugar, Axel Kicillof (Secretario General de la AGD-Económicas) nos comunicó que:
1. Se reunió con Néstor Correa (Secretario General de la AGD-UBA) y que él le dio información con respecto a las rentas, las cuales se empezarían a pagar a partir de octubre. La plata sale de un acta que excede el ámbito de las facultades, y se remonta a las negociaciones que tuvieron lugar en mayo. Se asignó una partida de $30 millones para las universidades del país, de los cuales 20 son para la UBA, lo que equivaldría a 2005 rentas. La asignación de rentas por facultad se decidió en una asamblea (no en la Comisión de Hacienda de la UBA, como debería haberse hecho), donde se repartió en función de la cantidad de ad-honorems de cada facultad. A Económicas le tocan 286 “cargos”.
2. Habló con Walter Berardo (Subsecretario General de la FCE), quien no estaba informado de la distribución de las rentas, para coordinar un encuentro con las autoridades para discutir el tema. Dijo que había que mandar una carta, lo que se hizo, pero todavía no hubo respuesta.
Seguidamente, se planteó el problema de qué criterio utilizar para repartir las rentas. En otras facultades se utilizó el de la antigüedad comprobable (es decir, la antigüedad a partir del momento en el que se firmó la resolución con el nombramiento). Con respecto a este criterio el problema básicamente es que, como todos o muchos de nosotros sabemos, hay muchos docentes que ejercen su actividad no sólo sin su correspondiente remuneración, es decir “ad-honorem”, sino también incluso sin el reconocimiento formal de la facultad, es decir sin la designación/nombramiento. También, se planteó que previo a eso, habría que dar la discusión sobre si la asignación de las rentas dentro de Económicas debe ser por carreras o departamentos. Se presentaron argumentos a favor y en contra, pero se consensuó que, en todo caso, era imprescindible que el criterio fuera lo más transparente posible y evitar que la distribución de las mismas sea totalmente discrecional, decidida entre los miembros del Consejo y las autoridades. Por lo tanto, la prioridad era masificar la información que se tiene respecto al tema.
Concretamente, quedaron las siguientes propuestas:
1. Convocar a una reunión abierta y masiva de profesores y auxiliares para la semana que viene, para informar de la situación (en sala de auxiliares).
2. Sacar un volante informativo, y para convocar a la reunión. El volante estaría listo para distribuirlo la semana que viene (lunes y martes). Es muy importante que todos aquellos que puedan colaborar con la difusión lo hagan. Evidentemente es un tema muy convocante, y es una excelente oportunidad para ponerse en diálogo con los docentes menos movilizados.
3. Realizar un relevo de auxiliares en todas las cátedras, en vistas a “empadronar” todos los docentes no-nombrados, y tener una idea más precisa de la cantidad de ad-honorems que existen en nuestra facultad. La idea es contar con este dato para presionar a las autoridades, y continuar con la lucha, poniendo como mínima el nombramiento a los compañeros.
Ayer se reunión por segunda vez la Comisión de Auxiliares Docentes conformada la semana pasada.
En primer lugar, Axel Kicillof (Secretario General de la AGD-Económicas) nos comunicó que:
1. Se reunió con Néstor Correa (Secretario General de la AGD-UBA) y que él le dio información con respecto a las rentas, las cuales se empezarían a pagar a partir de octubre. La plata sale de un acta que excede el ámbito de las facultades, y se remonta a las negociaciones que tuvieron lugar en mayo. Se asignó una partida de $30 millones para las universidades del país, de los cuales 20 son para la UBA, lo que equivaldría a 2005 rentas. La asignación de rentas por facultad se decidió en una asamblea (no en la Comisión de Hacienda de la UBA, como debería haberse hecho), donde se repartió en función de la cantidad de ad-honorems de cada facultad. A Económicas le tocan 286 “cargos”.
2. Habló con Walter Berardo (Subsecretario General de la FCE), quien no estaba informado de la distribución de las rentas, para coordinar un encuentro con las autoridades para discutir el tema. Dijo que había que mandar una carta, lo que se hizo, pero todavía no hubo respuesta.
Seguidamente, se planteó el problema de qué criterio utilizar para repartir las rentas. En otras facultades se utilizó el de la antigüedad comprobable (es decir, la antigüedad a partir del momento en el que se firmó la resolución con el nombramiento). Con respecto a este criterio el problema básicamente es que, como todos o muchos de nosotros sabemos, hay muchos docentes que ejercen su actividad no sólo sin su correspondiente remuneración, es decir “ad-honorem”, sino también incluso sin el reconocimiento formal de la facultad, es decir sin la designación/nombramiento. También, se planteó que previo a eso, habría que dar la discusión sobre si la asignación de las rentas dentro de Económicas debe ser por carreras o departamentos. Se presentaron argumentos a favor y en contra, pero se consensuó que, en todo caso, era imprescindible que el criterio fuera lo más transparente posible y evitar que la distribución de las mismas sea totalmente discrecional, decidida entre los miembros del Consejo y las autoridades. Por lo tanto, la prioridad era masificar la información que se tiene respecto al tema.
Concretamente, quedaron las siguientes propuestas:
1. Convocar a una reunión abierta y masiva de profesores y auxiliares para la semana que viene, para informar de la situación (en sala de auxiliares).
2. Sacar un volante informativo, y para convocar a la reunión. El volante estaría listo para distribuirlo la semana que viene (lunes y martes). Es muy importante que todos aquellos que puedan colaborar con la difusión lo hagan. Evidentemente es un tema muy convocante, y es una excelente oportunidad para ponerse en diálogo con los docentes menos movilizados.
3. Realizar un relevo de auxiliares en todas las cátedras, en vistas a “empadronar” todos los docentes no-nombrados, y tener una idea más precisa de la cantidad de ad-honorems que existen en nuestra facultad. La idea es contar con este dato para presionar a las autoridades, y continuar con la lucha, poniendo como mínima el nombramiento a los compañeros.
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